Desde hace unos años la iluminación ha sufrido un cambio radical con la desaparición de las bombillas de filamento convencionales y la irrupción de las llamadas «bajo consumo» (fluorescentes compactas) primero y posteriormente de las bombillas led. Antes pedíamos una bombilla de 40, 60 o 100w y sabíamos a que atenernos pero ahora además de los watios aparecen otras magnitudes como los lúmenes (lm) o la temperatura de color (ºK) que hacen que resolver un crucigrama pueda parecer más fácil que comprar una bombilla.
En realidad es una cuestión sencilla y con unas pequeñas directrices sabremos cual es la mejor elección para cada caso.
¿Que son los lúmenes? Los lúmenes son la potencia luminosa: a mayor cantidad en una bombilla, más luz. Para saber que cantidad de lúmenes es equivalente a las antiguas bombillas de filamento se puede usar esta tabla que da un valor aproximado:
25w -> 200lm (3w)
40w -> 400lm (4/5w)
60w -> 700lm (6/8w)
100w-> 1000lm (16/20w)
Si queremos una bombilla equivalente a una de las antiguas bombillas de 60w hemos de buscar una led de aproximadamente 700lm. La cantidad entre paréntesis es la potencia aproximada que suele tener una bombilla led para producir esos lúmenes aunque esto puede variar según las marcas. En el ejemplo, buscaríamos una led de 6 u 8 watios.
¿Como puede ser que se consiga la misma cantidad de luz (lm) con la décima parte de consumo? Las bombillas de filamento transformaban la potencia eléctrica en luz, pero también en calor. Sin embargo las bombillas led son mucho más eficientes y convierten casi toda la energía en luz (no se calientan). Ello también permite que en algunas lámparas en las que antes no se podía colocar un bombilla de más de 40w porque existía el riesgo de que la pantalla se quemara ahora se pueda poner bombillas de mayor luminosidad sin ese problema.
¿Y que es la temperatura del color? Pues simplemente es el «color» de la luz. Una temperatura baja será un color cálido (anaranjado) y una temperatura alta un color frío (blanco). Las posibilidades son muy amplias pero – aunque hay tonos intermedios – los más habituales son 3000ºK (luz cálida) y 4500/5000ºk (luz fría).
¿Donde usar cada tipo de luz? Eso dependerá de las preferencias del usuario pero habitualmente se utilizan los colores cálidos en habitaciones, pasillos y salas mientras que la luz blanca se reserva para cocinas y baños.